Cuando estás considerando emprender un proyecto empresarial que compartes con otras personas, existen diversas opciones legales disponibles para su registro.
La sociedad civil puede resultar la elección más apropiada, ya que requiere una inversión mínima por parte de los socios y los trámites necesarios son sencillos de llevar a cabo.
En este artículo, te explicaremos en qué consiste una sociedad civil, cómo opera y qué tipos de sociedades civiles existen.
Una sociedad civil es un acuerdo mediante el cual dos o más personas se comprometen a colaborar en el desarrollo conjunto de una actividad, sin que el objetivo principal sea obtener beneficios económicos.
En esta forma de asociación, se aportan fondos, bienes o servicios con el fin de distribuir los futuros beneficios generados entre los inversionistas.
Los socios pueden clasificarse en dos categorías:
Para constituir uno de los diferentes tipos de sociedad civil existentes, lo primero que debes hacer es redactar un documento, ya sea privado o público.
En el caso de aportar bienes inmuebles, es obligatorio hacerlo a través de un documento público.
Este documento de constitución debe incluir detalles como: el nombre de la sociedad y de las partes involucradas, el domicilio social, la actividad a la que se dedicará, las contribuciones de cada socio, el porcentaje de participación en las ganancias y pérdidas, el sistema de administración y representación, así como las causas de disolución.
Este tipo de sociedad no requiere ser registrada en el Registro Mercantil, pero es necesario presentar el contrato ante Hacienda para obtener el NIF y darla de alta en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas).
Cada socio debe estar registrado como autónomo y, si deseas contratar empleados, deberás solicitar el número de afiliación a la Seguridad Social.
Si estás considerando dar de alta tu proyecto a través de la forma jurídica de una sociedad civil, las características principales son las siguientes:
En el ámbito de las sociedades civiles, existen varios tipos:
Este tipo de sociedad tiene un propósito específico, como iniciar un negocio o ejercer una profesión determinada. Se constituye ante notario y posee personalidad jurídica.
Se establece a través de un acuerdo privado entre los socios. Por lo tanto, no posee personalidad jurídica.
Se constituye cuando se realiza una actividad profesional común o varias actividades que son legalmente compatibles. Este tipo de sociedad es frecuentemente elegida por profesionales liberales como abogados, arquitectos o contadores.
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