Inicio
Blog
Subrogación: ¿qué es, cuáles son sus tipos y cómo hacerla?
Contrátanos
Tenemos diferentes planes para cada tipo de empresa. Haz click a continuación y ¡olvídate de todo el papeleo!
¡Vamos!

Subrogación: ¿qué es, cuáles son sus tipos y cómo hacerla?

October 17, 2024

Dentro del ámbito de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y el emprendimiento, es recomendable que nos detengamos a examinar detenidamente qué implica la subrogación. Es crucial comprender los diversos tipos de subrogación existentes, especialmente en el contexto empresarial, entender en qué consiste este proceso y conocer los aspectos clave a considerar al asumir un procedimiento de esta índole.

¿Qué es la subrogación?

La subrogación constituye una modalidad de sucesión; se refiere a un acto jurídico mediante el cual una persona asume la posición de otra en una obligación. Este concepto legal posibilita la sustitución, ya sea de una persona o de un bien, sin la necesidad de formalizar un nuevo contrato.

Tipos de subrogación por su naturaleza

La subrogación por su naturaleza puede clasificarse en dos categorías: personal y real.

Subrogación personal

En esta situación, una persona reemplaza a otra en el cumplimiento de las obligaciones y se aborda desde dos perspectivas: la del acreedor y la del deudor.

  • Posición del acreedor: una persona se convierte, por diversos motivos (compraventa, herencia, donación), en el acreedor de una deuda. Supongamos, por ejemplo, que una persona fallece y posee un apartamento en régimen de alquiler: su heredero pasará a ser quien cobre la renta previamente estipulada.
  • Posición del deudor: nos encontramos con la posibilidad de que el nuevo deudor no disponga de los activos necesarios para cumplir con la deuda. Por lo tanto, podría ser necesaria la autorización del acreedor, a menos que la subrogación se haya producido por causa de herencia.

Subrogación real

En la subrogación real, un activo se reemplaza por otro en el patrimonio de una persona, de manera que el nuevo bien, ya sea mueble o inmueble, ocupa el lugar del bien anterior y se sujeta al mismo régimen.

Para que se dé esta situación, es necesario que exista una relación de causalidad, es decir, una conexión directa entre el bien perdido y el bien entrante. Algunos ejemplos incluyen los patrimonios matrimoniales, el patrimonio sujeto a fideicomiso, a reversiones, entre otros.

Tipos de subrogación que pueden afectarnos como pymes

La subrogación que más afecta a las pymes son la hipotecaria y la empresarial.

Subrogación hipotecaria

La subrogación hipotecaria, regulada por la Ley 2/1994, puede producirse tanto en la posición del acreedor como en la del deudor.

En el caso de la subrogación del acreedor, el deudor tiene la opción, en función de su planificación financiera, de cambiar de entidad, siempre y cuando la nueva entidad le ofrezca condiciones más favorables. Si el préstamo se ha formalizado mediante escritura pública, no se requiere el consentimiento del acreedor original y se lleva a cabo mediante una nueva escritura.

La subrogación del deudor puede ocurrir en el contexto de una compraventa, cuando el nuevo propietario del inmueble asume la hipoteca que había sido contratada por el deudor anterior. En este caso, dado que intervienen tres partes, se necesita el consentimiento de la entidad bancaria o prestamista.

Subrogación empresarial

Una subrogación empresarial o laboral se produce cuando se cambia la titularidad de una empresa y las relaciones laborales permanecen inalteradas. Además del cambio de titularidad de una empresa, la transferencia de un centro de trabajo o de una unidad productiva también constituyen subrogaciones empresariales que pueden representar una fuente de financiación para la empresa en momentos de crisis.

En otras palabras, estamos hablando de una sucesión empresarial, regulada en el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, que asume el capital humano presente en la empresa y mantiene inalteradas sus condiciones laborales (antigüedad, condiciones salariales, horario, etcétera).

Ventajas de la subrogación

En el contexto de la subrogación hipotecaria:

  • Generalmente resulta más ventajoso que suscribir una hipoteca inicial. También permite cambiar al euríbor en caso de que la hipoteca original estuviera referenciada al IRPH.
  • La capacidad para negociar condiciones, como la ampliación del plazo de amortización, o los productos que el banco puede requerir que contrates (como un seguro de hogar o de vida), es mayor.
  • Tienes la posibilidad de negociar una modificación en la cuota que te resulte más cómoda. Sin embargo, es importante tener en cuenta que optar por pagar menos al mes implica un aumento en los intereses.
  • Se pueden evitar los posibles costos de cancelación del préstamo si somos los vendedores; en el caso de los compradores, el ahorro se reflejará en la comisión de apertura o en la tasación.

En el ámbito de la subrogación empresarial o laboral, contaremos con un equipo perfectamente coordinado cuya formación posiblemente no requiera una inversión significativa, al menos inicialmente, y con objetivos claramente definidos.

¿Cuándo se usan las subrogaciones?

La subrogación hipotecaria es común en situaciones como la adquisición de un despacho, un local o una nave. En lo que respecta a la subrogación laboral, pueden surgir escenarios como los siguientes:

  • En un caso, por ejemplo, de contratación de mano de obra, si la nueva empresa incorpora a una parte significativa de los trabajadores, también se encuadra en el ámbito de la subrogación.
  • En ciertos convenios sectoriales, se incluye una cláusula resolutoria que implica la subrogación empresarial.
  • En los contratos con la administración pública, puede ocurrir que se licite un servicio y que en su pliego de condiciones se establezca que la empresa adjudicataria debe asumir la plantilla de la compañía a la que reemplaza; esto también se considera subrogación empresarial.

¿Cómo es el proceso de subrogación?

Después de examinar diversas ofertas bancarias y seleccionar la más favorable para nosotros (en el contexto de una subrogación hipotecaria con cambio de acreedor), ya sea una oferta inicial o una contraoferta, procedemos a formalizarla a través de la escritura de subrogación.

Antes de este paso, la entidad bancaria nos habrá requerido una serie de documentos que respalden nuestra situación económica saludable (DNI, comprobante de ingresos, escritura del inmueble, entre otros).

¿Qué consideraciones deben tenerse en cuenta en este proceso?

Ahora enfoquémonos en la subrogación hipotecaria, ya que aquí es donde debemos prestar atención a conceptos de contabilidad pura y dura:

  • Como mencionamos anteriormente, si lo que buscamos es un cambio de acreedor, no necesitamos la autorización de la entidad bancaria anterior.
  • Sin embargo, es posible que nuestro banco actual nos haga una contraoferta. Es recomendable evaluarla, ya que podrían intentar retenernos como clientes y mejorar la oferta inicial.
  • Subrogarse a una hipoteca puede sonar beneficioso, pero no siempre lo es. Tampoco es siempre sencillo ni necesariamente económico, ya que estos procesos conllevan ciertos gastos adicionales. Es esencial analizar detenidamente los pros y los contras (o realizar simulaciones con un buen software de contabilidad que nos ayude en la toma de decisiones).
  • Además del diferencial (el porcentaje fijo que se suma al euríbor), es fundamental considerar el periodo total de pago.
  • Es importante tener en cuenta que la comisión por subrogación tiene un límite establecido por ley: nunca puede superar el 2% del monto pendiente por devolver.

¿En qué se diferencian la subrogación de la novación?

Cuando optamos por solicitar una oferta a otro banco, nos referimos a la subrogación de la hipoteca. Si nuestra entidad bancaria actual nos presenta una contraoferta (modificando las condiciones pero sin cambiar de entidad), no estamos hablando de subrogación, sino de novación.

¿Se puede realizar una subrogación por cuenta propia o se necesita una asesoría profesional para ello?

En el ámbito de la subrogación empresarial, sin lugar a dudas. Requeriremos asesoría laboral para evitar cometer errores de los cuales podamos arrepentirnos, ya que este proceso involucra diversos aspectos que es crucial gestionar con máximo cuidado (despidos improcedentes, convenios colectivos, entre otros).

¿Se puede solicitar una subrogación teniendo una deuda o préstamo vigente?

Va a depender en gran medida de la entidad bancaria, de los requisitos que exija y de la solvencia del deudor. A primera vista, obtener la subrogación puede parecer más difícil cuando existe una deuda pendiente, pero existen numerosos factores que pueden favorecer su concesión.

¿Qué riesgos están asociados al proceso de subrogación?

En el ámbito de la subrogación hipotecaria, no hay otros aspectos a considerar más allá del hecho de no buscar la mejor oferta. No obstante, en el caso de la subrogación empresarial, pueden ser numerosos: recordemos que, en este proceso, asumimos todas las responsabilidades y obligaciones con respecto a los trabajadores (de ahí la importancia de contar con una asesoría laboral adecuada).

Al optar por la subrogación de una hipoteca, es crucial considerar no solo las posibles ventajas que podríamos obtener, sino también los gastos asociados a este proceso (en este sentido, como mencionamos previamente, puede resultar beneficioso contar con un programa de contabilidad que aclare todas nuestras dudas).

¿Tienes dudas sobre la subrogación? Contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.