Pensar en la muerte y todo lo que la rodea es incómodo y en muchas ocasiones se evita debido a miedos y supersticiones. No obstante, es una realidad que eventualmente debemos afrontar. Es mejor hacerlo con precaución para proteger a nuestras familias. Y aquí es donde entran en juego los seguros de decesos.
Es un hecho innegable que morirse no es barato. Además del dolor y la tristeza que conlleva la pérdida de un ser querido, también hay un costo económico significativo que puede ser una carga para la familia y los seres queridos.
Según un estudio de la OCU, el costo promedio de un entierro sencillo sin lujos es de 3.739€, mientras que la cremación cuesta alrededor de 3.617€. Así, este tipo de seguros son una forma de proteger a tu familia y asegurar su bienestar financiero en el caso de fallecimiento.
Con una variedad de opciones disponibles, es importante entender cómo funcionan los seguros de decesos y cómo elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto. En este artículo, exploraremos los aspectos más importantes de este tipo de seguros para ayudarte a tomar una decisión informada.
Es un tipo de seguro de prestación de servicios que abona una cantidad de dinero a los beneficiarios en caso de fallecimiento del asegurado.
Esta suma puede usarse para cubrir gastos como funerales, hipotecas o gastos médicos, y ayuda a proteger el bienestar financiero de la familia tras la pérdida de un ser querido.
Al contratar un seguro de decesos, el asegurado paga una prima mensual o anual, y en caso de fallecimiento, la compañía de seguros pagará la suma acordada a los descritos.
Las principales coberturas de este tipo de seguros son las siguientes:
En función de la modalidad de servicio contratada, hay tres grandes modalidades:
Se trata de los medios de transporte del fallecido (coche fúnebre) y de los acompañantes. La localización del sepelio, dependiendo de si es un núcleo urbano o rural e incluso en el lugar geográfico que sea, hará diferir notablemente los precios.
Servicios de gestión documental de carácter legal y formal posteriores al fallecimiento que hace la aseguradora:
Servicio que va desde la atención telefónica hasta el desplazamiento in situ al lugar de velación y la posterior asistencia psicológica en consulta física por parte de profesionales cualificados. En algunas compañías, este servicio se proporciona cuando en el fallecimiento concurren hechos traumáticos o accidentes.
En algunas situaciones, la muerte puede suceder en un lugar lejano a nuestro hogar y habrá que transportar el cuerpo y a los familiares de regreso a su país de origen para su entierro. Para estos casos, las aseguradoras ofrecen la opción de adquirir una cobertura adicional que cubra los gastos de repatriar el cuerpo a su país y, en muchas ocasiones, los gastos relacionados con el traslado de un familiar que acompañe al finado.
Además, en caso de que la muerte afecte a un miembro de la familia directa y esté fuera del domicilio familiar, el seguro de decesos puede brindar cobertura para cubrir los gastos de viaje del mencionado familiar hasta el lugar del entierro.
El fallecimiento de un ser querido es un momento difícil, tanto emocional como financieramente, ya que la familia debe hacer frente a una serie de trámites y costos asociados al servicio funerario. Además, la complejidad burocrática se ve agravada por la situación emocional delicada.
Así las cosas, los seguros de decesos ayudan a la familia a sobrellevar la carga tanto organizativa como económica en caso de fallecimiento de un ser querido. Estos seguros se encargan de coordinar y brindar servicios funerarios, brindando apoyo a la familia tanto emocional como en la gestión y trámites materiales.
Este tipo de seguros garantizan el pago de los gastos funerarios y se encargan de la gestión de los trámites necesarios para organizar el servicio de sepelio, incluyendo los costos y trámites de traslado del difunto desde cualquier parte del mundo hasta el lugar elegido para la inhumación o cremación.
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