Vamos a describir que un acuerdo de préstamo entre particulares constituye un instrumento que posibilita establecer condiciones legales entre personas que otorgan un préstamo de dinero.
En el caso de necesitar solicitar o proporcionar un préstamo a algún conocido, es posible llevar a cabo este proceso mediante la formalización de un documento conocido como contrato de préstamo entre particulares, en el cual se detallarán todas las condiciones legales que regirán la transacción.
Es crucial que este acuerdo quede debidamente documentado por escrito, ya que la falta de documentación podría llevar a la interpretación de Hacienda de que se trata de una donación encubierta con un familiar.
En consecuencia, un préstamo entre particulares se define oficialmente como el acuerdo de transacción económica entre un prestamista y un prestatario, en el cual se ofrece una suma de dinero que deberá ser reembolsada en un plazo determinado. En el caso de que no se efectúe el desembolso del dinero, será necesario formalizar un contrato de donación.
Estos préstamos entre particulares pueden realizarse a título gratuito (sin intereses) o a título oneroso (con intereses).
Cabe destacar que estos contratos están sujetos, aunque exentos, al impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, es decir, al Modelo 600. Además, se cuenta con un plazo de un mes desde la fecha de firma del contrato para proceder a su liquidación en la Agencia Tributaria de la Comunidad Autónoma correspondiente.
El contrato entre particulares debe cumplir con los siguientes requisitos:
Este acuerdo de préstamo entre particulares sin intereses debe quedar claramente detallado en el documento, como se presenta en el modelo que compartimos.
En caso de que no se especifique el tipo de interés (0%), podrían surgir inconvenientes con Hacienda. Existe el riesgo de que interpreten que se está encubriendo una donación, la cual estaría sujeta al Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Cuando se acuerda un interés nulo al prestar dinero entre particulares, ninguna de las partes está obligada a declarar beneficios ante Hacienda. Únicamente deberán justificar el pago de las cuotas, demostrando así la ausencia de pago de intereses.
No obstante, en el escenario en el que se acuerde un interés por el dinero prestado, el prestamista debe declarar los rendimientos de capital mobiliario en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas. Estos rendimientos se integran en la base imponible del ahorro, tributando de la siguiente manera:
Además, si el prestatario destina este préstamo a fines empresariales, podrá deducir el pago de los intereses como gasto en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
En esta situación, el préstamo no se cancela, sino que se transfiere a los herederos conforme a la distribución hereditaria que les corresponda, siempre y cuando acepten la herencia.
No es suficiente con un documento privado firmado por ambas partes, el cual deberá liquidarse posteriormente en la Agencia Tributaria de la Comunidad Autónoma correspondiente. No obstante, se recomienda contar con asesoramiento fiscal previo sobre los modelos y su procesamiento.
Otras formas de otorgar préstamos entre particulares incluyen los préstamos en plataformas de crowdlending y plataformas entre particulares.
Las plataformas de crowdlending representan una forma de financiación colectiva, facilitando la conexión entre prestatarios e inversores, o viceversa. Esta modalidad es ampliamente utilizada por pequeños empresarios que buscan financiamiento para iniciar o expandir un negocio. En este escenario, los inversores establecen tasas de interés o adquieren participaciones en la sociedad.
Por otro lado, las plataformas entre particulares operan como intermediarios al poner en contacto a prestamistas individuales con personas que requieren financiamiento. Estas plataformas son comúnmente utilizadas por aquellos que no pueden obtener un préstamo bancario pero necesitan liquidez. Los prestamistas, en este caso, son inversores privados que otorgan préstamos a cambio de intereses más elevados que los que obtendrían con otros productos financieros.
Otras alternativas para obtener préstamos incluyen el uso de tarjetas de crédito o la opción de préstamos pignoraticios. A continuación, detallamos cada una:
Cuando se trata de sumas pequeñas de dinero, recurrir a una tarjeta de crédito puede ser una elección acertada. Esto se debe a que proporciona acceso a dinero a crédito sin reflejarse directamente en la cuenta corriente, permitiendo su devolución al final del mes sin intereses adicionales. Además, las tarjetas de crédito suelen ofrecer beneficios adicionales como seguro contra fraudes o pérdida, servicios de alerta y un límite de gasto preestablecido.
Por otro lado, los préstamos pignoraticios combinan características de los préstamos personales y los préstamos entre particulares, ya que la entidad bancaria es la prestamista, estableciendo las condiciones correspondientes. Sin embargo, con el objetivo de mejorar estas condiciones, el posible prestamista proporciona como garantía un depósito equivalente al monto del préstamo. En otras palabras, el banco facilita el dinero y, en caso de incumplimiento de las condiciones, cancela el préstamo utilizando el depósito como garantía.
Naturalmente, existen otras formas más convencionales de financiamiento, como los préstamos personales, los minicréditos, entre otros.
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