Debido a su simplicidad y utilidad, es recomendable considerar la implementación de un organigrama en tu empresa.
A pesar de que esta herramienta a menudo se asocia con empresas de gran envergadura, presenta numerosas ventajas cuando los autónomos con empleados y las pequeñas empresas optan por adoptarla en su estructura organizativa.
A continuación, explicaremos en qué consiste un organigrama, los diversos tipos que existen y te guiaremos paso a paso en su elaboración.
Un organigrama es una representación visual de la estructura organizativa de una empresa.
En él se reflejan las relaciones jerárquicas y funcionales que existen entre los distintos departamentos o empleados.
Su principal propósito radica en aclarar los roles, las responsabilidades y las vías de comunicación.
El organigrama es esencial para cualquier empresa que cuente con empleados, ya que simplifica la toma de decisiones y la coordinación entre las diversas áreas.
En el caso de los autónomos, la elaboración de un organigrama puede parecer prescindible, dado que generalmente estos profesionales gestionan todas las funciones de su negocio por sí mismos.
No obstante, a medida que la empresa crece y se integran nuevas tareas o colaboradores, resulta fundamental contar con una representación clara de cómo se estructuran las distintas áreas.
¿Cuál es el organigrama más adecuado para un autónomo o una pequeña y mediana empresa?
No hay una respuesta única, ya que todo depende de la complejidad y los objetivos del negocio.
Existe una variedad de tipos de organigramas, cada uno con un enfoque y propósito específico:
Este es el enfoque más tradicional, mostrando la jerarquía de arriba hacia abajo. Es útil para una representación rápida de la cadena de mando.
Presenta la estructura de izquierda a derecha, centrándose en los procesos o funciones en lugar de la jerarquía.
Combina aspectos verticales y horizontales, permitiendo visualizar tanto la jerarquía como las funciones. Es común en empresas que trabajan en base a proyectos.
Representa la estructura organizativa en forma de círculo, situando a la autoridad principal en el centro y distribuyendo las demás áreas alrededor.
Antes de comenzar, es esencial tener claro el propósito de elaborar el organigrama.
¿Necesitas aclarar las funciones de los empleados, planificar el crecimiento de tu empresa o presentarlo a potenciales inversores?
Una vez que tengas definido el objetivo, procede a identificar las distintas áreas que componen tu negocio.
Por ejemplo, podrían incluir administración, marketing y ventas, distribución o atención al cliente.
Enuméralas y agrupa a los empleados en función de sus respectivas áreas.
Luego, esboza las relaciones que existen entre cada una de estas áreas.
Siguiendo el ejemplo anterior, el área de ventas generalmente guarda relación con la de distribución, y todas estas conexiones deben quedar claramente representadas en el organigrama.
Asigna las funciones y responsabilidades correspondientes a cada área de trabajo.
Deberás especificar las tareas clave, así como las funciones que se delegan.
De acuerdo con la naturaleza de tu negocio, selecciona el tipo de organigrama que mejor se ajuste a tus necesidades.
Finalmente, plásmalo teniendo en cuenta las áreas prioritarias. Puedes emplear herramientas digitales o realizarlo manualmente.
Como se puede apreciar, el organigrama es una herramienta sencilla pero de gran utilidad, aplicable no solo a las grandes empresas, sino también de vital importancia para los autónomos y pequeñas empresas.
Aprovecha esta valiosa herramienta a tu disposición.
¿Tienes dudas sobre cómo crear un organigrama para tu negocio? Contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.