¿Estás familiarizado con la forma en que debes estructurar un libro de registro de bienes de inversión? Para presentarlo sin dificultades a Hacienda, es crucial tener un conocimiento sólido sobre este concepto, su relevancia y su funcionamiento.
Los bienes de inversión son aquellos productos adquiridos para su uso en el negocio, cuyo ciclo de vida es superior a un año. De acuerdo con la regulación fiscal de Hacienda, solo se pueden clasificar como bienes de inversión los bienes "corporales, muebles, semovientes o inmuebles". Por lo tanto, los consumibles, piezas de repuesto, accesorios, envases, embalajes y uniformes no se ajustan a esta definición y deben contabilizarse como gastos.
Es esencial destacar la importancia de distinguir los semovientes dentro de los bienes de inversión. Estos son aquellos que se mueven por sí mismos, como el ganado, y se consideran parte del inmovilizado material que forma parte del patrimonio empresarial.
El libro de registro de bienes de inversión es un documento contable que forma parte de los registros de facturación de empresas y trabajadores autónomos.
Este libro obligatorio se utiliza para registrar la adquisición de bienes de inversión durante un período específico, así como su entrega y posibles ajustes.
Todos los profesionales y responsables de empresa que necesiten regularizar las deducciones correspondientes a los bienes de inversión están obligados a presentar este libro. Para hacerlo de manera adecuada, es necesario tener en cuenta el tipo de impuesto al que están sujetos.
Existen dos tipos de libros de registro de bienes de inversión: los correspondientes al IRPF y los relacionados con el IVA. Cada uno de ellos requiere información específica en su registro correspondiente.
En este libro, se registran de forma individual todos los elementos inmovilizados que se amortizan y que están directamente relacionados con la actividad empresarial. Para poder incluirse en este registro, estos bienes deben tener un valor de compra superior a los 300 euros y ser siempre un único producto, no la suma de varios adquiridos en conjunto.
Los datos que se deben señalar en el registro de estos bienes son el valor de compra, la fecha en que se pusieron en funcionamiento, las posibles cuotas de amortización, la fecha y la causa de la baja, y el número de registro en el libro.
Es importante tener en cuenta que el IRPF correspondiente a los bienes de inversión debe deducirse en un número específico de años, según las tablas de amortización para cada tipo de producto que proporciona Hacienda.
Este tipo de libro de registro de bienes de inversión está destinado a los sujetos pasivos del IVA que necesiten regularizar las deducciones aplicadas a sus bienes de inversión. Para llevarlo a cabo correctamente, es necesario registrar individualmente cada bien de inversión, incluyendo la fecha de inicio de uso, la prorrata anual definitiva, las facturas y documentos relacionados, y la posible regularización anual de las deducciones.
Para que un producto sea considerado un bien de inversión a efectos de IVA, su base imponible debe ser de al menos 3.005,06 euros. A diferencia de la situación anterior, aquí es importante tener en cuenta que el IVA puede deducirse por completo en el trimestre correspondiente.
Es importante tener en cuenta que, al igual que ocurre con la información requerida específicamente en cada tipo de libro de bienes de inversión, es necesario distinguir entre la manera de realizar uno de IRPF y uno de IVA.
Los libros de registro de bienes de inversión pueden ser llevados de forma manual utilizando Excel para incluir los datos correspondientes. No obstante, es importante señalar que cualquier error en los números o información puede invalidar la totalidad del documento. Alternativamente, estos libros pueden ser creados automáticamente mediante un software de facturación que cumpla con los requisitos legales y fiscales.
La estructura de este libro de registro de bienes se organiza en una serie de conceptos ordenados que permiten una correcta gestión de los bienes de inversión. Entre ellos, se incluyen:
Es importante tener en cuenta que también es necesario señalar la fecha y el motivo de la baja del bien, así como el cuadro de amortización de las cuotas correspondientes.
En esta situación, es necesario registrar los siguientes datos:
Como ocurre con todos los libros de contabilidad de una empresa y la documentación relacionada, es necesario conservarlos durante al menos 6 años desde la fecha de su último asiento. Este plazo temporal se encuentra establecido en el artículo 30 del Código de Comercio.
¿Tienes dudas sobre el libro de bienes de inversión? Contacta con Asesorae y te ayudaremos en todo lo posible sin ningún tipo de compromiso.