Aunque la inversión en startups se encuentra en un momento de inquietud por la crisis del COVID-19, a lo largo del pasado año 2021 se superaron los 3.000 millones de euros de inversión en España, lo que triplica la mejor cifra de la historia.
Así, la nueva Ley de Startups, un proyecto que el Ejecutivo presentó años atrás para el incentivo de la creación de empresas, con especial énfasis en las tecnológicas. A continuación te lo explicamos todo sobre esta novedosa legislación
Hoy en día, las startups actualmente están sujetas a leyes mercantiles o tributarias que no tienen las particularidades de sus nuevos modelos de negocio, lo que acarrea la exigencia de requisitos muy gravosos para dichas iniciativas.
De este modo, se quiere regular y flexibilizar las actividades que las startups deben realizar con la Administración durante su ciclo de vida, especialmente en su comienzo. Además, se trata de fomentar la inversión y la atracción de talento para catapultar la I+D+i.
Se trata de una ley englobada en la Estrategia España Nación Emprendedora, una batería de medidas con las que impulsar el desarrollo digital, de las que 50 de ellas están dirigidas a las startups y su ecosistema.
En esta iniciativa hay diversos beneficios que bien valen la pena comentar.
Se dispondrá de una certificación de cuyo trámite se ocupará Enisa y la Oficina Nacional de Emprendimiento, logrando una sola ventanilla que agilizará la gestión de trámites al formar una empresa online y sin costes públicos.
Se disminuye el tipo impositivo del Impuesto de Sociedades y el Impuesto sobre la Renta de no Residentes, bajando del tipo general del 25% al 15% en los cuatro primeros ejercicios desde que la base imponible sea positiva.
Se permite estar libre de impuestos hasta los 50.000 €, frente a los 12.500 € de la actualidad. Asimismo, su tributación se aplazará al momento de la venta (por ejemplo, por salir a bolsa).
Los principales requisitos de las empresas tecnológicas (las que necesitan un uso intensivo de nuevas tecnologías y de un conocimiento técnico) para que se les aplique esta nueva ley son los siguientes:
Se mejora el régimen fiscal de Impuesto sobre la Renta de No Residentes, que se aplica a directivos y trabajadores de startups, inversores y nómadas digitales, quienes podrán acceder a un visado especial de hasta cinco años. También favorece la vuelta del talento al reducir a cinco años la no residencia anterior en España para acceder a este régimen especial.
Quienes hayan constituido diferentes empresas de nueva creación podrán acogerse hasta tres veces a la ley, que reduce hasta el 15% el Impuesto de Sociedades en los cuatro primeros años de vida. También se introduce la posibilidad de aplazar pagos de otros impuestos en dos ejercicios.
Se agilizan los trámites para lograr visados, especialmente para las startups españolas o autónomos digitales, quienes tendrán un tipo impositivo reducido. Los inversores que no residan en España requerirán un NIF, y no un NIE.
Se puede solicitar el aplazamiento de la deuda tributaria del Impuesto de Sociedades o del Impuesto sobre la Renta de No Residentes de 6 a 12 meses. Además, se elimina la obligación de realizar pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades y del Impuesto sobre la Renta de No Residentes en los dos años siguientes a aquel en el que la base imponible sea positiva. Asimismo, las startups se podrán registrar digitalmente y con unos estatus tipos con la nueva Ley de Startups.
Los Business Angels (personas con capital propio que ofrecen financiación a las startups a cambio de ser socios de la empresa) e inversores particulares se beneficiarán de una legislación especial para el entorno de las startups.
Entre las distintas medidas, el máximo deducible para las inversiones en compañías nuevas o de reciente creación pasa de 60.000 € a 100.000 € por año. Asimismo, la tasa de deducción se incrementa del 30% al 50%.
Si el inversor quiere vender su participación en la empresa, podrá acceder a nuevos beneficios fiscales, puesto que no deberá tributar por la ganancia patrimonial que haya generado si vuelve a invertir dicho dinero en otra startup.
Para poder acceder a estos cambios, la cuantía de los fondos no podrá ser mayor a 400.000 € al comienzo del ejercicio en el que se invierte. También tendrá que ser de nueva o reciente creación con un máximo de tres ejercicios y las participaciones tendrán que permanecer en el patrimonio entre 3 y 12 años.
Finalmente, la participación adquirida por el Business Angel no podrá sobrepasar el 40% del capital social y no se admitirá que se haga su aportación desde un vehículo tipo societario.
De acuerdo con el Gobierno, se pretende su aprobación para verano de 2022 o el tercer trimestre de dicho año, periodo prometido a la Unión Europea para llevar a cabo estas reformas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Todavía no se sabe el impacto económico de estas medidas, ya que aún no se ha desvelado el importe que tendrá en las arcas reducir estos impuestos fiscales.
Como habrás podido comprobar, la nueva Ley de Startups incorpora cambios importantes y mejores condiciones respecto a la legislación previa, aunque también queda cierto recorrido para adaptarse al resto de legislaciones vigentes en Europa. Si quieres saber más y cómo acogerte a la misma, no dudes en contactar con Asesorae.
