Al momento de efectuar la declaración de la Renta, cualquier oportunidad de ahorro fiscal es recibida con agrado, y esto puede lograrse a través de reducciones y deducciones. En esta instancia, resulta relevante determinar si los gastos en fisioterapia son susceptibles de deducción.
Estos gastos pueden ascender a varios cientos de euros al año e incluso alcanzar cifras de miles de euros en el caso de individuos con algún tipo de patología. Por esta razón, es crucial determinar si dichos gastos otorgan el derecho a aplicar alguna deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
La salud posee un valor inestimable y, tal vez por esta razón, Hacienda muestra cautela al considerar deducciones vinculadas al cuidado de la salud.
En lo que respecta a la fisioterapia, esta disciplina se centra en el tratamiento y rehabilitación del cuerpo, aliviando el dolor y mitigando los efectos discapacitantes de lesiones y molestias.
La fisioterapia contribuye a la recuperación, mantenimiento y mejora de la capacidad física, convirtiéndose en algo esencial para personas de todas las edades. Lamentablemente, la normativa del IRPF no establece la deducibilidad de los gastos de fisioterapia.
De hecho, a nivel estatal, la gran mayoría de los gastos relacionados con la salud no pueden deducirse en la declaración de la Renta. Solo algunas comunidades autónomas permiten esta deducción en relación con el tramo autonómico, como detallaremos más adelante.
De lo recién expuesto se desprende una regla general sumamente básica y desfavorable para los contribuyentes: los gastos de fisioterapia no son deducibles.
Independientemente de la razón que te haya conducido a consultar a tu fisioterapeuta una o varias veces a lo largo del año, no podrás deducir el costo en relación con la cuota estatal. Únicamente en algunos casos podrás hacerlo en relación con la cuota autonómica.
Para que un autónomo pueda deducirse en sus autoliquidaciones trimestrales de IRPF e IVA los gastos realizados, deben cumplir tres requisitos:
Aunque el fisioterapeuta pueda emitir una factura que respalde el gasto, el autónomo no puede incorporarla a su contabilidad. Esto se debe a que en ningún caso Hacienda reconoce que las sesiones de fisioterapia estén relacionadas con la actividad económica.
Otro escenario sería si el autónomo cuenta con un seguro de salud que incluye sesiones de fisioterapia. En este caso, puede deducirse la prima de esta póliza (hasta un máximo de 500 euros al año), pero no el importe individual de las sesiones con el fisioterapeuta.
Excepto si la normativa autonómica del IRPF que le sea aplicable contempla una desgravación por gastos de fisioterapia, el empleado no podrá realizar ninguna deducción por este tipo de servicios.
Incluso si cuenta con un seguro de salud que cubre las sesiones con el fisioterapeuta, en su situación esto tampoco será desgravable.
Solo hay dos comunidades autónomas en las cuales los gastos de fisioterapia son deducibles, pero siempre dentro de ciertos límites.
Es factible deducir el 12% de lo abonado por la prestación de servicios realizados por aquellos que ostenten la condición de profesionales médicos o sanitarios. Los fisioterapeutas tienen la condición de profesionales sanitarios según la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de Las Profesiones Sanitarias.
La deducción tiene un límite anual de 600 euros en tributación individual y 840 en tributación conjunta. En ambos casos, el límite se incrementa en 100 euros más si el contribuyente tiene una discapacidad igual o superior al 65%.
Para aplicar esta deducción, la suma de la base imponible general y la base imponible del ahorro de la declaración no puede superar los 42.900 euros en tributación individual ni los 57.200 euros en tributación conjunta.
En este caso, se puede deducir un 10% de los honorarios pagados a fisioterapeutas, con un límite anual de 500 euros en tributación individual y 700 euros en conjunta. Ambos límites se incrementan en 100 euros si el contribuyente tiene una discapacidad igual o superior al 65%. En tributación conjunta, son 100 euros más por cada contribuyente si ambos tienen una discapacidad de este tipo.
Como requisito, la base liquidable del período impositivo, minorada en el mínimo personal y familiar, debe ser inferior a 22.946 euros en tributación individual y 31.485 euros en tributación conjunta.
Como has observado, los gastos de fisioterapia son deducibles solo en casos específicos establecidos en la normativa del IRPF. Fuera de estos, aplicar esta deducción constituye una infracción que podría resultar en una sanción. Por lo tanto, asegúrate de tener derecho a todas las deducciones que estás aplicando para evitar problemas con Hacienda.
¿Tienes dudas sobre los gastos deducibles de fisioterapia? Contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.