La carga tributaria se refiere al conjunto de obligaciones fiscales que deben cumplir los contribuyentes. Para entidades comerciales y otras entidades legales, la mayor parte de esta carga proviene del Impuesto de Sociedades (IS). No obstante, estas entidades no tributan sobre la totalidad de sus ingresos, ya que tienen derecho a aplicar una serie de deducciones en el IS.
Estas deducciones representan conceptos que permiten obtener ahorros fiscales de manera completamente legal, por lo que es importante entenderlos correctamente.
Deducir implica restar una cantidad de otra. En el contexto tributario, específicamente en el IS, una deducción es una cantidad que, por disposición legal expresa, puede restarse del monto que el contribuyente está obligado a pagar por dicho impuesto.
Las deducciones fiscales para empresas generalmente tienen un doble propósito. Por un lado, buscan reducir la carga fiscal de los contribuyentes y, por otro, promover acciones que beneficien a la sociedad en su conjunto. Por esta razón, algunas deducciones están vinculadas a aspectos como la creación de empleo o la inversión en investigación y desarrollo.
La Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS) es rigurosa y completa en la definición de las deducciones aplicables, lo que significa que no se acepta ninguna deducción que no esté contemplada en la normativa.
Las deducciones actualmente vigentes son las siguientes:
Dentro de esta categoría se encuentran diversas deducciones que benefician a los contribuyentes que generan empleo, invierten en actividades culturales, o en investigación y desarrollo.
Las entidades que destinan parte de su presupuesto a avances científicos y tecnológicos que contribuyan a la creación de nuevos materiales o productos, o al diseño de nuevos procesos y sistemas productivos, pueden deducir el 25% del gasto incurrido en este concepto, así como el 8% de la inversión realizada en activos fijos tangibles e intangibles.
Dentro de esta categoría, existe una deducción específica por innovación tecnológica del 12% sobre el gasto realizado en este ámbito durante el período impositivo.
Para poder acceder a la deducción por I+D+i en el IS, es fundamental que la inversión cumpla con los criterios establecidos en la ley, ya que existen acciones que no se consideran completamente dentro del ámbito de la investigación, desarrollo e innovación, y por lo tanto, no otorgan derecho a aplicar esta deducción.
Los contribuyentes del IS que inviertan en la producción en España de largometrajes y cortometrajes cinematográficos, series o documentales, pueden deducirse un 30% del primer millón invertido y un 25% sobre la cantidad invertida que exceda el millón de euros.
Para tener derecho a la deducción, al menos el 50% del gasto deducible debe haberse realizado en territorio español. Además, el importe total a deducir no puede superar los 20 millones de euros. En el caso de las series, el límite máximo es de 10 millones de euros por cada episodio producido.
Uno de los requisitos más importantes para acceder a la deducción es la entrega de una copia de la producción, nueva y en perfecto estado, a la Filmoteca Nacional o a la entidad equivalente de la correspondiente comunidad autónoma.
Los límites de deducción previstos pueden aumentar hasta el 60% o 85% en determinadas circunstancias. Por ejemplo, si se trata de coproducciones internacionales realizadas con países iberoamericanos, si el director es novel, o si la producción se realiza en una lengua cooficial diferente al castellano.
Las entidades consideradas obligadas tributarias según el Impuesto de Sociedades, al contratar a su primer empleado de forma indefinida, pueden deducir 3.000 euros de su cuota íntegra del IS, siempre que dicho empleado sea menor de 30 años.
Las entidades con una plantilla inferior a 50 empleados, al contratar de manera indefinida a personas que estén percibiendo prestaciones por desempleo, pueden deducirse el 50% del menor de los siguientes importes: el monto de la prestación de desempleo pendiente de cobro por el trabajador contratado antes de la contratación, o el equivalente a 12 mensualidades de la prestación por desempleo reconocida al trabajador contratado.
En el caso de entidades que contraten a personas con un grado reconocido de discapacidad igual o superior al 33% e inferior al 65%, pueden deducir 9.000 euros de su cuota íntegra del IS por cada empleado contratado que cumpla con estos criterios. Si la discapacidad es superior al 65%, la deducción aumenta a 12.000 euros.
Las autoridades portuarias tienen la posibilidad de deducir inversiones y gastos que estén directamente relacionados con su actividad. Esto incluye, por ejemplo, inversiones en infraestructuras y servicios para el control del tráfico marítimo, mejoras en la seguridad de la navegación, infraestructuras de protección contra condiciones climáticas adversas y mejoras en servicios e infraestructuras contra incendios, entre otras.
Esta deducción se introdujo como novedad mediante el Real Decreto-Ley 26/2020, de 7 de julio.
El propósito de esta medida es fomentar la inversión por parte de las autoridades portuarias en sistemas e infraestructuras que contribuyan a mejorar la seguridad y la salubridad en los puertos, así como a facilitar la gestión del tráfico marítimo.
Las entidades que efectúen aportaciones económicas a planes de pensiones de empleo, planes de previsión social empresarial y planes de pensiones regulados por la Directiva Europea 2016/2341 pueden deducir el 10% de la contribución realizada de su cuota íntegra. Esto aplica cuando los beneficiarios son empleados cuya retribución bruta anual sea inferior a 27.000 euros.
En el caso de que el salario del empleado supere esta cantidad, la deducción se aplicará sobre la parte proporcional que cumpla con los requisitos establecidos.
Cuando una empresa opera a nivel internacional, puede estar sujeta a diferentes regímenes fiscales. Para evitar la doble imposición, se aplican estas deducciones.
Si la base imponible del Impuesto de Sociedades incluye ingresos que ya han sido gravados en el extranjero, se reducirá de la cuota íntegra el menor de los siguientes montos:
Si la cuota íntegra es insuficiente para aplicar toda la deducción, el excedente podrá deducirse en ejercicios futuros.
Si la base imponible del IS incluye dividendos y participaciones en beneficios pagados por una entidad no residente en España, y ya han sido gravados en el extranjero, se deducirá dicho monto.
Para que esto sea posible, se deben cumplir dos requisitos:
Estas deducciones buscan evitar la doble imposición, asegurando que el contribuyente no pague impuestos en dos países por el mismo ingreso.
Estas son las principales deducciones del IS. Es importante revisar cuidadosamente la normativa para garantizar el cumplimiento de todas las condiciones y evitar problemas con Hacienda.
Si tienes dudas sobre las principales deducciones del Impuesto de Sociedades, contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.
