Cuando realizamos declaraciones o autoliquidaciones fiscales, es crucial que los contribuyentes seamos extremadamente cuidadosos para garantizar la inclusión de toda la información requerida y la precisión de los datos, evitando errores. Cualquier error puede tener consecuencias costosas, como sanciones o recargos e intereses por demora.
Afortunadamente, la legislación española contempla la posibilidad de presentar una declaración complementaria en caso de detectar algún error y desear corregirlo.
La Agencia Tributaria no escatima en exigir a los contribuyentes el cumplimiento puntual y preciso de sus obligaciones fiscales. Ante cualquier error u omisión, la Agencia no distingue entre descuido involuntario o intento de fraude, procediendo con la liquidación correspondiente y requiriendo el pago, incluso imponiendo sanciones si es necesario.
Sin embargo, el ámbito tributario es complejo y cualquiera puede incurrir en errores al transcribir cifras o al omitir ciertos datos. Consciente de esto, el legislador ha previsto la opción de presentar una declaración complementaria.
Este procedimiento permite complementar o modificar parcialmente una declaración o autoliquidación previamente presentada.
El propósito principal de estas declaraciones es subsanar errores detectados en la declaración o autoliquidación original, así como proporcionar información adicional necesaria para una correcta liquidación.
Si el contribuyente reconoce su error u omisión y procede a corregirlo antes de ser requerido por la Administración Tributaria, puede evitar ser sancionado.
Mediante la declaración complementaria incorporamos nuevos datos que no fueron incluidos en la autoliquidación o declaración ya presentada, o modificamos parcialmente su contenido.
Este procedimiento es factible únicamente cuando, como resultado de la inclusión o modificación de datos, el importe a pagar por parte del contribuyente supera el calculado en la liquidación inicial. También es aplicable cuando, tras el ajuste, el monto que Hacienda debe devolver o compensar al contribuyente es inferior al reflejado en la declaración original.
Además, se utiliza en situaciones en las que, debido a circunstancias imprevistas, se pierde el derecho a aplicar una reducción o exención que se había aplicado en una declaración anterior.
No se debe presentar cuando la corrección de un error u omisión por parte del contribuyente resulta en que Hacienda debe devolver o compensar una cantidad mayor a la originalmente calculada.
En tales casos, se debe solicitar directamente la rectificación a la Agencia Tributaria, o bien presentar una autoliquidación rectificativa si la normativa lo permite.
La declaración complementaria puede ser presentada para cualquier impuesto cuya liquidación sea realizada por el contribuyente a través de una declaración o autoliquidación.
Por ejemplo, podemos presentar una complementaria del IRPF, del IVA o del Impuesto de Sociedades. Sin embargo, no es posible presentar una declaración complementaria para el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), ya que su liquidación es realizada directamente por la Administración.
La declaración complementaria puede ser presentada dentro del plazo establecido para la presentación de la declaración o autoliquidación que se desea corregir. Por ejemplo, si queremos corregir la declaración del Impuesto sobre la Renta, podemos hacerlo dentro del período correspondiente a la campaña de la Renta.
En caso de que el error u omisión sea detectado posteriormente, aún es posible presentar la declaración complementaria en ese momento. No obstante, en este caso se considerará como una declaración extemporánea y, si conlleva un importe a ingresar, se aplicará el recargo estipulado en el artículo 27 de la Ley General Tributaria.
No. El propósito principal de presentar una declaración complementaria es precisamente evitar ser sancionado por Hacienda.
En esta situación, dado que el contribuyente ha detectado y corregido el error de manera voluntaria, nunca se inicia un procedimiento sancionador.
Sin embargo, es posible que se apliquen intereses de demora o recargos sobre el importe adicional a ingresar, dependiendo de las circunstancias específicas del caso.
Los pasos a seguir son los siguientes:
Presentar una declaración complementaria es un proceso simple y rápido que te evitará una sanción. Por lo tanto, si te has dado cuenta de que has cometido errores en la presentación de tus impuestos, es recomendable corregirlos antes de que Hacienda te requiera hacerlo.
Si tienes dudas sobre la declaración complementaria de Hacienda, contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.
