¿Cómo se contabiliza un renting?

El leasing es una alternativa muy empleada por las pequeñas y medianas empresas, así como por los trabajadores autónomos, para sufragar la adquisición de activos fijos. Su versatilidad propicia su creciente popularidad, ajustándose de manera óptima a los requisitos cambiantes de las empresas contemporáneas.

¿Qué es un renting?

El renting, también denominado arrendamiento operativo, representa un modelo de arrendamiento a largo plazo que posibilita a individuos, compañías y profesionales la utilización de un activo, típicamente un vehículo, sin requerir su compra directa. Mediante un pago mensual fijo, el contrato de renting abarca no solo el uso del activo, sino también una serie de servicios adicionales que pueden comprender mantenimiento, seguro, asistencia en carretera y, en ocasiones, el cambio de neumáticos, entre otros.

Esta modalidad ha ganado popularidad gracias a su conveniencia y la capacidad de disfrutar de un activo con todos sus servicios incorporados mediante un único pago mensual, evitando así las preocupaciones y los costes asociados a la propiedad.

Una de las ventajas principales del renting radica en la flexibilidad que ofrece al término del contrato. Este aspecto lo convierte en una opción especialmente atractiva para aquellos que prefieren no invertir capital en activos no corrientes como los vehículos, además de permitirles disfrutar constantemente de modelos recientes con las últimas tecnologías y comodidades.

Adicionalmente, para las empresas, el renting proporciona ventajas fiscales, dado que las cuotas pueden ser deducidas como gasto operativo. En resumen, el renting se erige como una solución eficiente para administrar el uso de vehículos y otros activos sin los inconvenientes asociados a su posesión.

Aspectos a tener en cuenta a la hora de contabilizar un renting

El renting es una modalidad contemplada en las normativas de registro y valoración del Plan General Contable español. Dichas normativas establecen diversos criterios para contabilizar los aspectos inherentes al arrendamiento operativo:

• Los ingresos y gastos, tanto del arrendador como del arrendatario, derivados de los contratos de renting, serán considerados, respectivamente, como ingreso y gasto del ejercicio en que se devenguen, reflejándose en la cuenta de pérdidas y ganancias.
• El arrendador seguirá presentando y valorando los activos arrendados de acuerdo con su naturaleza, incrementando su valor contable con los costes directos del contrato que le correspondan, los cuales se registrarán como gastos a lo largo del plazo del contrato, aplicando el mismo criterio usado para el reconocimiento de los ingresos del renting.
• Cualquier pago o cobro efectuado al formalizar un contrato clasificado como operativo se considerará como un pago o cobro anticipado por el renting, imputándose en los resultados a lo largo del periodo de arrendamiento a medida que se obtengan o cedan los beneficios económicos del activo arrendado.

Cuentas contables relacionadas con el renting

El registro contable del renting requiere el uso de varias cuentas contables de acuerdo con el Plan General Contable español. Entre las más relevantes se encuentran las siguientes:

• 621- Arrendamientos y cánones: empleada para registrar los gastos devengados por el alquiler o arrendamiento operativo de bienes muebles e inmuebles.
• 410- Acreedores por prestación de servicios: destinada a contabilizar las deudas con proveedores de servicios que no cumplen estrictamente con la condición de proveedores.
• 260- Fianzas a largo plazo: utilizada para registrar el efectivo entregado como garantía del cumplimiento de una obligación, con un plazo de vencimiento superior a un año.

Si tienes dudas sobre cómo se contabiliza un renting, contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.