El concepto de fondo de comercio es de suma importancia en el ámbito de la contabilidad y las finanzas, sobre todo en el contexto de fusiones, adquisiciones o compraventa de empresas.
Debido a su naturaleza intangible y su impacto en la valoración de una empresa, es esencial comprender cómo se contabiliza, amortiza y evalúa el deterioro del fondo de comercio en los estados financieros. A continuación, se detallan todos estos aspectos.
El fondo de comercio, también conocido como 'goodwill' en inglés, representa el valor intangible de una empresa que excede el valor total de sus activos tangibles y netos. Este concepto se refiere a elementos no físicos que contribuyen al valor percibido de un negocio, tales como la reputación de la marca, la base de clientes leales, las relaciones con los empleados y las patentes o propiedad intelectual.
Este concepto se manifiesta en el contexto de una adquisición, cuando el precio de compra de una empresa supera el valor de mercado de sus activos netos tangibles. Este excedente refleja la expectativa de que la empresa adquirida generará beneficios futuros por encima de lo que justificarían sus activos tangibles solos, convirtiéndose así en una parte crucial del balance de la empresa adquirente.
El fondo de comercio tiene diversas aplicaciones prácticas en el ámbito empresarial y contable, las cuales se detallan a continuación:
La cuenta 204 del Plan General Contable establece los criterios para la contabilización del fondo de comercio:
La legislación actual, en particular el apartado c) de la norma 6.ª de registro y valoración, establece los fundamentos para la evaluación inicial del fondo de comercio. Este se calcula en el contexto de fusiones empresariales, distribuyéndose desde la fecha de adquisición entre las unidades generadoras de efectivo o sus grupos correspondientes, reflejando los beneficios previstos de las sinergias generadas.
La adquisición puede derivar de fusiones, divisiones o compras de activos que conforman uno o más negocios. Al seguir el método de adquisición, se deben seguir pasos clave: identificación del adquirente, determinación de la fecha de adquisición, cuantificación del costo de la combinación y valoración de los activos y pasivos identificados, generalmente registrados a su valor razonable.
Sin embargo, el Real Decreto 602/2016 introdujo cambios significativos en el tratamiento contable del fondo de comercio. Antes de este decreto, su amortización no era práctica permitida, ya que requería la creación de una reserva indisponible proporcional a su valor en el balance. Esta práctica cambió con el decreto, a partir del 1 de enero de 2016, reintroduciendo la obligación de amortizar el fondo de comercio durante su vida útil, calculada en diez años, y estableciendo la necesidad de realizar pruebas anuales de deterioro sin posibilidad de reversión de las correcciones por deterioro en ejercicios futuros.
Además, la reforma ha alterado la clasificación de las reservas por fondo de comercio, considerándolas como voluntarias cuando exceden su valor contable, lo que muestra la dinámica y adaptabilidad del marco normativo contable frente a las cambiantes prácticas empresariales.
Las cuentas contables relacionadas con el fondo de comercio dentro del PGC son, esencialmente:
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