Las rotaciones de personal son frecuentes en cualquier organización contemporánea. Ya sea por despidos o renuncias voluntarias, todas las empresas deben garantizar el cumplimiento de los requisitos legales, especialmente en lo referente al pago del finiquito y otras compensaciones.
A continuación, detallaremos cómo registrar el finiquito en una empresa y aprenderemos qué cuentas contables están involucradas en este proceso.
¿Qué es el finiquito?
El finiquito es un documento legal utilizado en el ámbito laboral para formalizar la conclusión de una relación laboral entre un empleado y un empleador. Este documento incluye el saldo y la liquidación de todas las cantidades económicas pendientes de pago entre ambas partes, como salarios, pagas extras, vacaciones no disfrutadas, indemnizaciones y cualquier otro concepto económico correspondiente al trabajador hasta la finalización de su contrato.
Los componentes de un finiquito son los siguientes:
Salarios pendientes: cualquier cantidad de salario devengado por el trabajador y que aún no haya sido pagada.
Pagas extras proporcionales: la parte proporcional de las pagas extraordinarias generadas por el trabajador.
Vacaciones no disfrutadas: la compensación económica por los días de vacaciones no disfrutados por el trabajador.
Horas extraordinarias: cualquier cantidad correspondiente a horas extras trabajadas y no remuneradas.
Indemnización por despido: en caso de que aplique, según el tipo de despido y la legislación vigente.
Otras compensaciones: cualquier otro concepto pendiente de liquidar, como bonos o comisiones.
Aspectos previos a tener en cuenta al registrar el finiquito
Uno de los principales aspectos a considerar al registrar el finiquito y una posible indemnización por despido es su tratamiento fiscal. En España, el finiquito tributa como renta del trabajo a efectos del IRPF y, además, cotiza a la Seguridad Social. Por su parte, la indemnización por despido tiene un tratamiento fiscal específico y más favorable, ya que está exenta del pago del IRPF bajo las siguientes condiciones:
Para despidos improcedentes, este límite es de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
Para despidos procedentes, la indemnización legalmente establecida es de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
Además, es importante considerar que la indemnización por despido varía dependiendo de la naturaleza del despido y las circunstancias laborales. Existen diferentes tipos de despido: improcedente, procedente, colectivo (ERE), por causas objetivas y por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, cada uno con sus propias condiciones e indemnizaciones. En caso de renuncia voluntaria, aplicará el finiquito, pero no la indemnización por despido.
Cuentas contables relacionadas con el finiquito
De acuerdo con el Plan General Contable español, las principales cuentas contables relacionadas con el finiquito son las siguientes:
640 – Sueldos y salarios: se utiliza para registrar el total de sueldos y salarios devengados por los empleados. Incluye todos los pagos efectuados a los trabajadores por el desempeño de sus funciones, así como las bonificaciones y otros incentivos relacionados con el salario, incluyendo el finiquito cuando termina la relación laboral. No incluye pagos por indemnizaciones u otras prestaciones no salariales.
641 – Indemnizaciones: se registran las cantidades pagadas a los empleados como indemnización por despido, incluyendo tanto las indemnizaciones legales como las pactadas en contratos laborales o convenios colectivos. También se incluyen las indemnizaciones por renuncias voluntarias incentivadas y otras compensaciones similares.
1402 – Provisión por prestaciones a largo plazo al personal: se utiliza para registrar las provisiones realizadas por la empresa para cubrir futuras obligaciones por prestaciones a largo plazo al personal, como jubilaciones, pensiones, indemnizaciones por antigüedad y otros beneficios futuros.
795X. Exceso de provisión por indemnizaciones por despido: se registran los excesos de provisiones por indemnizaciones por despido que se hayan reconocido previamente y que, al cierre del ejercicio, resulten innecesarios o superiores a las obligaciones reales. Esto ocurre cuando la provisión inicial resulta mayor que los pagos efectivamente realizados o que las obligaciones reales de la empresa en este concepto. El ajuste se registra como un ingreso extraordinario para reflejar el exceso de provisión revertido.
Si tienes dudas sobre cómo contabilizar el finiquito, contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.