Registrar una donación es crucial tanto para organizaciones sin ánimo de lucro como para empresas que desean respaldar a la comunidad mediante donaciones caritativas. Esta acción no solo muestra el compromiso social de la entidad, sino que también conlleva importantes implicaciones fiscales y financieras.
En este artículo, exploraremos los principios esenciales y los procedimientos necesarios para registrar adecuadamente una donación, garantizando que las organizaciones cumplan con la normativa actual y maximicen el impacto de sus contribuciones.
¿Qué es una donación?
Una donación, también conocida como donativo, constituye un gesto mediante el cual un individuo, denominado donante, transfiere de manera voluntaria parte de sus bienes a otra persona, llamada beneficiario o donatario, sin esperar retribución alguna. Este acto puede abarcar una amplia gama de bienes, desde dinero, ropa y alimentos hasta propiedades inmuebles como viviendas o terrenos.
Las donaciones pueden llevarse a cabo por diversos motivos, tales como el respaldo a causas benéficas, la asistencia a personas en situación de necesidad o el impulso a la educación, la investigación y el arte. Es una práctica extendida en muchas culturas y sociedades, y se considera una forma importante de contribuir al bienestar colectivo y de demostrar solidaridad hacia quienes lo precisan.
Aspectos previos a la hora de contabilizar una donación
Dentro del marco de las normativas de registro y valoración del Plan General Contable, la norma 18ª se centra en las subvenciones, donaciones y legados, y establece las siguientes pautas para su tratamiento contable:
- Reconocimiento: las donaciones no reembolsables se registrarán inicialmente como ingresos directamente imputados al patrimonio neto y se reflejarán posteriormente en la cuenta de pérdidas y ganancias como ingresos.
- Valoración: antes de su registro, es esencial determinar si la donación consiste en efectivo, en especie (tales como bienes o servicios) o una combinación de ambos. En caso de donaciones monetarias, estas se valorarán según su valor razonable en el momento de su concesión, mientras que las donaciones no monetarias o en especie se valorarán por su valor razonable.
- Imputación a resultados: estas donaciones se contabilizarán conforme a su propósito. Es decir, si los donativos se destinan a la adquisición de activos fijos, se asignarán a cuentas contables específicas de activos fijos.
Cuentas contables relacionadas con una donación
En el ámbito contable, se encuentran diversas cuentas relacionadas con las donaciones, algunas de las más relevantes son las siguientes:
- 678 – Gastos excepcionales: se emplea para contabilizar aquellos desembolsos que, por su naturaleza, son inusuales o extraordinarios en la actividad empresarial, como es el caso de las donaciones. Estos gastos no guardan relación directa con la operativa habitual de la empresa.
- 131 – Donaciones y legados de capital: se usa para registrar las aportaciones no reembolsables percibidas por la empresa que no están sujetas a devolución y que están destinadas a formar parte del patrimonio neto de la misma.
- 746 – Subvenciones, donaciones y legados de capital transferidos al resultado del ejercicio: se contabilizará como ingresos del ejercicio en función de la dotación a la amortización realizada en dicho período para los elementos mencionados, o si se produce su enajenación, corrección valorativa por deterioro o baja en el balance.
- 740 – Subvenciones, donaciones y legados a la explotación: esta cuenta se utiliza para reflejar las ayudas económicas recibidas por una empresa o entidad que no están sujetas a devolución y que están destinadas específicamente a financiar sus gastos de explotación u operativos.
Si tienes dudas sobre cómo se contabiliza una donación, contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.
