El activo no corriente constituye una porción del activo de una empresa que engloba las inversiones y otras iniciativas estratégicas relacionadas con su capacidad productiva. Su función es crucial para asegurar la continuidad operativa a largo plazo y para generar beneficios.
A continuación, se detalla qué es el activo no corriente y se proporciona una comprensión completa de este concepto.
¿Qué es el activo no corriente?
El activo no corriente, también denominado activo fijo, abarca los recursos que no se proyecta convertir en efectivo o consumir en el corto plazo, típicamente dentro de un año. Estos pueden comprender propiedades, maquinaria, equipamiento, patentes, marcas registradas y otros activos de largo plazo.
Este tipo de activo se caracteriza por ser el menos líquido, representando todas las inversiones a largo plazo que reflejan la confianza de la empresa en su futuro y su compromiso con el crecimiento y la expansión.
Además, a diferencia de otros tipos de activos, una de sus principales particularidades es que el activo no corriente está sujeto a depreciación o amortización, ya que su valor se reduce con el tiempo debido al desgaste y al uso.
¿Para qué sirve el activo no corriente?
El activo no corriente desempeña varios roles fundamentales en una empresa:
- Inversiones a largo plazo: constituye la inversión en activos que generarán ingresos a lo largo de muchos años.
- Base para préstamos: puede ser utilizado como garantía para obtener financiamiento.
- Planificación estratégica: facilita la toma de decisiones a largo plazo y la planificación estratégica.
- Valoración de la empresa: contribuye al valor global de la empresa.
Diferencia entre el activo corriente y el activo no corriente
El activo corriente y el activo no corriente constituyen partes del activo de una empresa. Sin embargo, presentan diferencias significativas que merece la pena resaltar:
- El activo corriente engloba los recursos que se espera convertir en efectivo o consumir en el corto plazo, generalmente dentro de un año. Por otro lado, el activo no corriente tiene una vida útil más prolongada, superior a un año, y no se prevé que se liquiden en el corto plazo.
- En consecuencia, el activo corriente posee una alta liquidez y se destina a financiar las operaciones diarias y las necesidades a corto plazo. En contraste, el activo no corriente se destina a inversiones a largo plazo y a respaldar el crecimiento empresarial, siendo mayormente ilíquido.
- En términos de gestión, el activo corriente requiere una gestión constante y activa para asegurar la liquidez y la eficiencia en las operaciones diarias. Por su parte, el activo no corriente demanda una gestión más estratégica y a largo plazo, orientada a maximizar el valor y a alinearse con los objetivos de la empresa a largo plazo.
Clasificaciones del activo no corriente
El activo no corriente se puede categorizar de la siguiente manera:
- Activos tangibles: son aquellos que tienen una presencia física y pueden tocarse. Son vitales para las operaciones diarias de una empresa y suelen depreciarse con el tiempo. Incluyen propiedades como terrenos, edificios, u oficinas, maquinaria industrial y muebles y enseres, entre otros.
- Activos no tangibles: no tienen una presencia física pero representan un valor económico para la empresa. No se pueden tocar, pero tienen un valor que puede ser crucial para la competitividad y el éxito de la empresa. Entre ellos se incluyen patentes y marcas registradas, derechos de autor, fondo de comercio y licencias y concesiones.
- Recursos naturales: son activos tangibles que representan depósitos de materiales que se encuentran en la naturaleza y que una empresa tiene el derecho de extraer. Oro, plata o reservas de petróleo y gas natural se incluyen en esta categoría.
¿Cómo se calcula el activo no corriente?
El activo no corriente se determina sumando las tres categorías de activos descritas en el punto anterior. Es decir:
Activo no corriente = activos tangibles + activos no tangibles + recursos naturales
También se puede calcular restando el activo corriente del valor total del activo. Es decir:
Activo no corriente = Activo total – activo corriente
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