La fiscalidad de los trabajadores autónomos constituye un tema que suscita interrogantes incluso entre aquellos que han estado desempeñando una actividad por cuenta propia durante varios años. Muchas de estas dudas están vinculadas al régimen de módulos o estimación objetiva. Por consiguiente, en esta ocasión, nos proponemos abordar de manera más exhaustiva el tema de los gastos deducibles en la estimación objetiva.
Toda actividad económica realizada de forma independiente por una persona física tiene el potencial de generar ganancias, pero para lograrlo, es necesario realizar una inversión inicial y asumir diversos gastos. Estos pueden incluir el pago de las cuotas del RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos), el alquiler de un espacio de trabajo u oficina, así como la adquisición de equipos informáticos o herramientas.
En términos generales, al tributar por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), la regla principal establece que el impuesto se aplica sobre los rendimientos netos. Estos rendimientos netos resultan de restar los gastos asociados a la actividad de los ingresos generados. Los gastos que se pueden restar, y que son considerados fiscalmente deducibles, son aquellos desembolsos que el autónomo ha realizado para ejercer su profesión. Estos gastos deducibles se pueden restar de los ingresos generados por la actividad, permitiendo así calcular la verdadera rentabilidad de la misma.
El régimen de estimación objetiva o sistema de módulos constituye un método simplificado para la tributación del IRPF. Su característica principal radica en que los contribuyentes tributan utilizando índices objetivos preestablecidos por Hacienda, los cuales se determinan según diversos parámetros como la superficie del local, los ingresos generados o el número de empleados que tiene el autónomo.
En el régimen de estimación directa (normal y simplificada), los gastos son considerados deducibles siempre que cumplan con tres requisitos:
No obstante, en el caso de la estimación objetiva, esta condición no se cumple. Al optar por este método, el contribuyente renuncia a la posibilidad de aplicar deducciones relacionadas con su actividad económica. Esto se debe a que la tributación en este caso se realiza conforme a los índices y módulos establecidos por la normativa fiscal.
En la Consulta Vinculante V1251-22, fechada el 6 de junio de 2022, la Dirección General de Tributos destaca de manera explícita que, bajo la estimación objetiva, no se pueden deducir del IRPF ni los gastos de las cuotas a la Seguridad Social del autónomo ni cualquier otro gasto relacionado con la actividad. Únicamente se permite la amortización de activos fijos materiales e inmateriales.
No se admiten deducciones de gastos en el régimen de estimación objetiva. Sin embargo, se permite la aplicación de reducciones por la amortización de activos fijos materiales e inmateriales afectos a la actividad, correspondientes a la depreciación real que experimenten dichos elementos debido a su uso, funcionamiento, disfrute u obsolescencia. Con la excepción de las actividades de índole forestal, las cuales no tienen derecho ni siquiera a aplicar dicha amortización.
En cambio, el resto de actividades pueden aplicar las amortizaciones según la tabla establecida en la Orden HFP/1315/2021, de 1 de diciembre. Esta normativa establece porcentajes como un 5% de reducción por amortización de edificios y otras construcciones durante un máximo de 40 años, o un 25% para elementos de transporte durante un período de ocho años.
Si has optado por el sistema de módulos, tu proceso tributario se simplifica, pero a cambio, renuncias a ciertas ventajas. Como has constatado, no es factible aplicar deducciones de gastos en la estimación objetiva. Es importante tener esto en cuenta.
¿Tienes dudas sobre los gastos deducibles en estimación objetiva? Contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.
