Hay tres letras que se han vuelto la moneda de cambio más habitual en el vocabulario de cualquier almacén: SKU. Y es que, al final del día, este término resulta crucial para mejorar la administración del inventario. ¿Quién no desea lo mismo para su propia empresa?
Por lo tanto, sepas o no qué es exactamente un SKU, en este artículo te vamos a explicar todo sobre estas tres letras. Que son casi mágicas.
A lo mejor ya conoces el significado preciso de las siglas SKU: Unidad de Mantenimiento de Existencias, o Stock Keeping Unit en inglés.
No obstante, es importante reconocer que, en este contexto específico, entender las siglas no aclara completamente el tema. Por lo tanto, procedamos a explicar el concepto de manera más clara.
Un SKU, en esencia, es el código que identifica un producto específico que está a la venta (comúnmente conocido como la 'unidad de venta más pequeña'). Este código consta de un conjunto único de caracteres que identifica exclusivamente al producto al que representa.
Vamos a aclarar esta definición con un pequeño ejemplo. Imagina una empresa de calzado que identifica un par de zapatos de un modelo específico en un tamaño determinado con un SKU único. Aunque se refiere a dos zapatos, este es su 'unidad de venta más pequeña' (ya que no se vende un zapato por separado). Es decir, el SKU se refiere al par, no a cada zapato de manera individual.
Continuemos. El código SKU es alfanumérico, compuesto por letras y números, y cada empresa decide su formación. Algunos optan por generadores automáticos de códigos asociados de manera aleatoria a los productos del inventario. Sin embargo, lo más común es seguir algún tipo de sistema mediante el cual el propio Stock Keeping Unit proporciona información relevante sobre el producto en cuestión.
Volviendo al ejemplo anterior, supongamos que los zapatos a los que nos referíamos son un modelo llamado Ibiza, de color marrón y talla 41. En este caso, el SKU podría generarse automáticamente, aunque tiene más sentido seguir un sistema en el cual el código final sea algo parecido a ZAP-IBI-MAR-41, o alguna variación igualmente reconocible.
Este método de clasificación al generar el código SKU posibilita que cada producto en el inventario tenga un número único a través de pequeñas variaciones. Por ejemplo, siguiendo la técnica de organización mencionada anteriormente, podríamos tener también ZAP-IBI-MAR-38, ZAP-IBI-MAR-39, ZAP-IBI-MAR-40… y así sucesivamente, cubriendo toda la numeración posible para los distintos tamaños de los zapatos Ibiza de color marrón. Todo ordenado.
De esta manera, el inventario de un almacén queda identificado de manera precisa y detallada, lo que facilita una trazabilidad más eficiente de cada uno de los productos. Así, sabremos dónde se encuentra cada unidad en todo momento (y dónde ha estado), incluso si diferentes unidades comparten el mismo SKU. La idea es que todas las unidades de un mismo producto estén agrupadas en un mismo lugar, fácilmente trazable y localizable gracias al Stock Keeping Unit.
En última instancia, el código SKU se puede considerar como una especie de DNI de cada producto (y no de cada unidad), generado internamente por la empresa. La clave aquí es que cada negocio puede establecer el sistema que mejor se adapte a sus necesidades más apremiantes.
La combinación de letras y números puede (y debería) establecerse según las características que cada vendedor considere a partir de las necesidades de sus compradores y los objetivos de su propia compañía. Por ejemplo, una empresa de muebles puede considerar necesario incluir las medidas en el SKU, mientras que un fabricante de calzado, como el que hemos mencionado, priorizará el tallaje y el color de sus zapatos.
No obstante, es aconsejable que el código alfanumérico resultante sea lo más refinado posible y que no se extienda innecesariamente. De lo contrario, podríamos terminar con códigos SKU excesivamente largos, totalmente ingobernables, que dificultarían la gestión del inventario en lugar de ayudarnos a optimizar nuestro almacén.
Estos códigos permiten a los minoristas y empresas realizar un seguimiento preciso de las ventas y el inventario de cada uno de sus productos. Gracias a los códigos SKU, es posible acceder a información detallada como el precio, el tamaño, el color y otros detalles relevantes de cada artículo. Los minoristas pueden emplear esta información para llevar un control del inventario, gestionar la reposición de productos y planificar estrategias de marketing y ventas.
Adicionalmente, los códigos SKU también resultan fundamentales para los clientes, ya que les permiten identificar de manera eficiente y precisa un producto específico. Esto facilita la realización de compras tanto en línea como en tiendas físicas.
Los beneficios principales derivados del uso del código SKU se desprenden de la definición y el uso que ya hemos establecido en los párrafos anteriores. No obstante, es crucial destacar que estas siglas se han convertido en un pilar fundamental para muchos almacenes debido a sus múltiples y variadas ventajas. Los principales beneficios del SKU son los siguientes:
Como mencionamos anteriormente, aunque cada empresa tiene la libertad de diseñar sus propios códigos SKU, es recomendable seguir ciertas pautas. En primer lugar, debes considerar el tipo de productos que vendes y sus características fundamentales.
Posteriormente, debes preguntarte para qué utilizarás la referencia. Sus aplicaciones son diversas: seguimiento del inventario, ubicación en el almacén, facilitar cambios y devoluciones, gestión del inventario, organización de las variantes de un mismo producto, entre otras.
Con esta información, estarás casi listo para diseñar tus propias referencias. El siguiente aspecto a tener en cuenta es el formato del código SKU, que sigue las siguientes reglas:
Los códigos SKU pueden emplearse en diversas áreas de un negocio relacionadas con los productos. En el ámbito de las tiendas en línea, generalmente se incorporan en:
Si incorporas las referencias en el ERP de tu empresa, podrás automatizar todos los procesos para que el código SKU del producto se añada a cada etapa del proceso sin intervención manual. De esta manera, la trazabilidad es instantánea y siempre tendrás el control del inventario sin necesidad de grandes esfuerzos. Además, contarás con más flexibilidad para evitar quedarte sin stock de los productos más demandados. Todo esto se traduce en una mayor productividad, menores gastos y mayores beneficios. Son todo ventajas.
Es raro encontrar un negocio en la actualidad que no cuente con una tienda online. Los SKU se convierten en un gran aliado para las ventas a través de internet, ya que aportan varios beneficios exclusivos para los comercios electrónicos. En concreto, invertir en un buen sistema de códigos SKU nos permitirá aprovechar las siguientes ventajas:
Básicamente, la única regla general que se aplica a estas referencias es que deberían ser sencillas, legibles y únicas para cada 'unidad de venta más pequeña'.
No obstante, hoy en día el mercado de ventas al por menor se enfrenta a un fenómeno conocido como proliferación de SKU, es decir, un crecimiento desmesurado de SKU. Esto ocurre porque en la actualidad los clientes demandan una oferta de productos muy variada y quieren las cosas para ayer. Como consecuencia, el número de referencias almacenadas se dispara y se puede desatar el caos. Por suerte, este escollo puede superarse fácilmente con la ayuda de un buen software de gestión de inventario y de almacenes.
De la misma manera en que el uso del SKU se ha popularizado en los inventarios de productos del mundo entero, también hay que reconocer que existen otras siglas que son igual de habituales. UPC, EAN o IAN… ¿Te suenan? Porque raro sería que no te hubieras topado con ellas en algún momento u otro de tu vida laboral.
Para empezar, piensa que la diferencia entre el Stock Keeping Unit y el resto de casos es que el primero es un código alfanumérico y el resto son códigos de barras. Pero, para saber diferenciar los tres códigos, ¿qué mejor que ver sus características uno a uno?
El SKU, identificador de stock, representa un código de referencia. Podríamos recapitular todo lo previamente mencionado hasta este instante en la siguiente lista:
Como contrapunto, nos encontramos con el EAN (European Article Number), también reconocido como EAN-13 o IAN (International Article Number). Sus rasgos fundamentales son los siguientes:
En íntima conexión con el EAN, y por ende, en contraste con el SKU, es imperativo considerar también el UPC (Universal Product Code). De hecho, estos dos códigos comparten numerosos de sus atributos, aunque existen algunas que en el caso del UPC son esenciales:
Como hemos observado, el código SKU constituye una referencia interna que una empresa establece con el fin de mejorar la organización y la trazabilidad de los productos. Comúnmente, la estructura del código refleja los aspectos o características fundamentales del artículo, dispuestos en orden de relevancia de acuerdo con el criterio de la empresa. Estos detalles pueden incluir el rango de precios, los géneros, las tallas, las marcas, el color, e incluso la ubicación del producto en el almacén.
En este último caso, el código SKU desempeñaría la función de identificar la ubicación exacta del artículo en el almacén o en la tienda. De esta manera, un mismo producto podría estar asociado a varios códigos SKU según su posición dentro de la empresa.
En otras palabras, un producto podría contar con uno o más códigos SKU, aunque esto no sea lo más común. La razón es sencilla: si una empresa asigna un código SKU a un producto, es con el propósito de localizarlo con mayor facilidad y conocer el estado del inventario en tiempo real. La asignación de dos referencias a un mismo artículo podría generar cierta confusión. No obstante, la solución radica en la utilización de un software de gestión de inventario, que facilita la organización y automatiza los resultados. Este planteamiento nos conduce directamente a la siguiente interrogante.
Por lo tanto, ahora tienes conocimiento de que es vital que manejes tanto el EAN como el UPV, aunque resulta mucho más crucial que instaures un sistema de códigos SKU que se ajuste a las peculiaridades de tu entidad empresarial. ¡Todo con el propósito de optimizar eficazmente la gestión de tu inventario!
¿Tienes dudas sobre los códigos SKU? Contacta con el equipo de profesionales de Asesorae y te las resolveremos a la mayor brevedad posible.